Personas tóxicas en el ámbito laboral

La mayoría de las empresas, independientemente del tamaño, consideran fundamental un ambiente de trabajo agradable y motivador,  ya que facilita conseguir los objetivos marcados.

A veces es complicado lograr ese ambiente, sobre todo cuando contamos entre los compañeros o colaboradores con alguna persona que produce malestar psicológico, emocional o desgaste en el resto. A este tipo de personas las  llamamos coloquialmente personas tóxicas.

Por suerte, estas personas resultan identificables porque suelen presentar actitudes semejantes siguiendo un patrón:

  • Son egocéntricas, centran la conversación en torno a ellas.
  • Se hacen las víctimas, dirigen la conversación a lo mal que les va. Lo que les ocurre a ellos es peor de lo que le ocurre al resto.
  • Son inactivas y además quieren que el resto también lo sea, para no asumir más carga de trabajo.
  • Son pesimistas, no quieren llevar a cabo tareas ni nuevos proyectos porque piensan que saldrán mal.
  • Se quejan continuamente, tienen emociones negativas y de culpabilidad que transmiten al resto de compañeros.

Lo ideal sería alejarse de ellas, como nos alejamos de un producto tóxico lo para no exponernos a su toxicidad, sin embargo, muchas veces esto no es posible ya que no está en nuestras manos la elección de compañeros, jefes, clientes…  ¿Cómo convivir, relacionarse y trabajar con estas personas de actitud tóxica?

En nuestras intervenciones en empresas, una vez dadas las pautas para identificar estas personas en la organización, trabajamos estos dos puntos:

  • Intentar esclarecer con estas personas el objeto de su actitud.
  • Pedirles que propongan cómo mejorar lo que están criticando.

Para poner en funcionamiento esta estrategia básica es necesario identificar los tipos de toxicidad y tras ello, aprender y practicar las preguntas y fórmulas que mejoren nuestra relación, provocando un cambio en las actitudes de estas personas. Por medio de este tipo de estrategias, los resultados positivos estarán más cerca.

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